lunes, 2 de noviembre de 2009

LA TERCERA EDAD




Si dices tercera edad
ponle respeto y amor,
y dale la mano al anciano
si es que no lleva bastón
porque le pesan los años
y le falla el corazón.

Y cuando te quiera hablar
¡escúchalo, por favor!
Que cada palabra suya
será pa ti una lección.
Que no hay quien sepa más
que el que una vida vivió.

Él te hablará de la guerra,
o de que estuvo en prisión,
o que el trabajo fue duro,
o del hambre que pasó.
Pero todo lo recuerda
sin revancha ni rencor.
Y por eso te suplico
que lo escuches, por favor.

Ellos se sienten contentos,
pues no les falta de na,
porque comen yogur
si no pueden comer pan.
Pero tienen mucho frío,
el frío de la soledad.

Y por eso yo te pido
con todo mi corazón
que cuando te hable un anciano
que lo escuches, por favor,
y que le alargues la mano
si es que no lleva bastón.

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